El Trasacar Base Oviedo cerró la temporada del descenso con dignidad, plantando batalla en el último partido y hasta el último momento en su visita al Cisne a pesar de la difícil situación anímica y de las lesiones sufridas durante el encuentro por parte de Calvo y Trujillo.
El conjunto carbayón quiso agradecer a base de entrega el apoyo recibido por parte de Trasacar y no bajó los brazos en los peores momentos, cuando el Cisne alcanzaba una renta de ocho goles a diez minutos del final. El Base apretó los dientes y logró un parcial de 0-5 que le hizo soñar, pero un penalti fallado acabó con las ilusiones.
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